junio 25, 2011

Un sentimiento inexplicablemente fuerte

Son lindos esos momentos de felicidad sin razon aparente, de perdida de hambre, las sonrisas involuntarias y repentinas, la taquicardia inocente y las proyecciones al futuro que me hago mentalmente.
Él es el motivo de todos esos sintomas, otros más y los mismos con la potencia elevada a mil. La electricidad corre por mi cuerpo sin electrocutarme por completo y me siento entre la vida y la muerte...

No vallas hacia la luz, Charlie”- me repite mi subconciente, pero es muy tarde pues ya he visto la luz más brillante en solo una forma de ser y lentamente me he dirigido a ella perdiendome. He caido y no hallo salida a este hermoso avismo, sea como sea, lo disfruto, no es tan mala la vida en un oscuro agujero negro si tienes esa luz iluminandolo cuando es necesario.

Bless The Broken Road” esta a todo volumen en mi computadora y mi diario en la mochila. Tengo las ganas de correr hasta donde quiero llegar y la desilusión de saber que no puedo hacerlo, el deseo de atravesar los oceanos y romper todas las barreras, deshacerme de los impedimentos y las tonterias que me acomplejan para hacer que todo sea perfecto.

Quiero estar frente a una orilla de mar al atardecer, sosteniendo su mano, pensando “lo he logrado”, con la mirada victoriosa hacia el horizonte y la respiración dificultosa, no sintiendo nada más que amor... como estoy segura que lo hice al tercer dia, habiendolo tratado tan solo 10 horas como máximo.

Todo va a esto, un gran paso, no se si para él lo habra sido, para mi lo fue... el lo hizo, casi lo dijo... estuvo a punto, yo lo se, y talvez lo hizo, lo dijo con esa imagen que no puede significar otra cosa... y caminaría hasta Kansas para probar que esto es real.

junio 23, 2011

Un momento para explicarme...

Cada noche antes de dormir comienzo a pensar en formas correctas de describirme a mi misma, voy en retrospectiva desde ahora al principio dándome cuenta de que ha sido una vida larga, a pesar de ser corta. Estoy a un año de cumplir los 18 años y eso, eso es algo que no quiero.
Comenzaré explicándome, siempre me considere una persona como las otras, pero de alguna forma, desde un principio sabía que algo no andaba bien conmigo por como la gente veía algunas cosas que hacía, cosas que para mi, aparentemente eran normales y para ellos no.
A los 3 años, incluso antes de cumplirlos, era algo abusiva. mi mamá me contó años después que golpeaba a quien luego se convirtió en mi mejor amiga y sobre un compañero que tenía a los 4 años a quien incluso recuerdo vagamente haber mordido y el seguía viniendo a mi. También me contó que una vez en el parque le succioné la frente a un niño de dos años hasta dejarla roja y que decía ver un "niño malo". Esta bien, eso en mi opinión,  puede ser acto de cualquier infante des-enterado de la vida y las cosas que se deben hacer, pero luego empeoró cuando entré al colegio, recuerdo haber temblado nerviosa el día anterior por preguntarme si lograría o no hacer amigos, resultó que no me fue tan mal, pero siempre fui una de las personas más tímidas del colegio, de hecho, formé un grupo de amigas y amigos a quienes me gustaba dominar, y si hacían algo que no me gustaba les hacía algo malo, desde dejar de hablarles hasta embarrarles con tierra, pelear salvajemente con ellas y otras cosas que no consideraría apropiado escribir. Fue así que mi circulo amistoso fue reduciéndose hasta quedar en cero en algunas ocasiones y luego aumentar a tres como máximo, poco a poco, me fui encerrando en mi misma y casi sin amigas, me cambié de colegio, donde gracias a mis problemas de timidez sufrí en silencio al no hallar forma de acercarme al primer chico que me gustó con locura, como ninguno puede imaginar.
He cometido cosas terribles, cosas de las que me arrepiento.... en su mayoría.
Cuando algo me molesta, más allá de sentir molestia, siento ira y muchas veces odio, un odio que se calma cuando pienso en cosas como sacar la última gota de sangre de quien me hizo sentir eso. normalmente cuando pasa algo así, grito cosas que no pienso antes de gritar y golpeo objetos esperando romperlos, he arrojado cosas a las personas e incluso clavado un lapiceros en el brazo de mi hermana, he ganado enemigos en mi propia casa (tío, tía política) y en la escuela (prácticamente la mitad), todo gracias a mis reacciones impulsivas y sentimientos exagerados, he tratado de controlarlos pero por más que lo intente, es inútil, pues o no lo hago bien, o alguien me provoca.
Dicen que esos sentimientos son malos a mi edad, pero como malos, también son buenos, pues las pocas veces que me he enamorado, lo he hecho al máximo, de la forma esa que te hace sentir bien y sonreír aunque él este millones de kilómetros lejos y sufrir terriblemente cuando algo acaba.
Tengo algunas costumbres que consideran extrañas tambien, como al dormir, como mucha gente, no soporto ni un solo ruido o luz , por lo que saco los relojes de la habitación, apago la tele, cierro mi oscura cortina, me pongo tapones en las orejas y me cubro hasta arriba con el edredón guinda hasta no percibir nada, aunque hay noches en las que no duermo porque siento más satisfacción durmiendo de día.
Otra cosa es mi forma de sentarme, se me hace incomodo sentarme como todos, por lo que suelo subir mis piernas a la silla y ser llamada "mono".
Tengo una obsesión con escribir, siempre escribí, desde que tengo memoria, escribía diarios e historias y las ocultaba en mi mesa de noche, recuerdo que si alguien se acercaba, corría a impedirlo cual madre animal protegiendo a sus crías, como si tuviese algo que ocultar, en el año 2009, mientras no hablaba con nadie en clases, escribía historias en sentidos hilarantes, cosas que después, por primera vez, compartí con mi familia, de quienes recibí elogios, especialmente por parte de mi padre diciéndome que debía seguir escribiendo, más adelante de unos amigos suyos y algunos compañeros, así que resultó que lo que había estado ocultando toda mi vida había sido  lo que hacía mejor, desde que descubrí mi talento oculto, decidí escribir un libro, pero mis ideas para las historias se acumulaban, tenía 15 años entonces y estaba intentando escribir una novela sobre superhéroes, escribí 23 páginas cuando tuve otra idea, de la que llegué a escribir 12 páginas, y pasó lo mismo, esta vez guarde la historia en mi mente y creé una nueva de la que pude avanzar 42 paginas, pero jamás logré terminar ninguna como para publicar un libro, he me aquí a los 17 años recién cumplidos hace un mes y con 12 historias inconclusas. mi obsesión por la escritura es cada vez más grande, tanto que lo pienso más de lo que hago, no tengo mucho tiempo para escribir pero uso el que tengo, cada vez que estoy en el auto o apunto de dormir, redacto mentalmente lo que tengo guardado e intento recordarlo.
Algo extraño sobre mi es mi miedo a que me toquen el cuello, de algún modo, siento que alguien quiere matarme, siento que aparecerá alguien y me cortará la cabeza, puedo no temerle a muchas cosas, pero si me tocan el cuello, estoy deseando sobrevivir.
la muerte de personajes en series, películas o historias, me hacen obsesionarme con este, viéndolo indefenso se convierte en mi blanco e inspiración, me encanta de algún modo, la tragedia.
Y finalmente, terminando de explicarme... siento que estoy dividida mentalmente entre lo bueno y lo malo, hay veces que pienso en hacer cosas "malas" y al rato, algo en mi me dice que no sería correcto, habrían consecuencias, como una especie de subconsciente aunque en una forma que aveces me domina lo bueno y otras lo malo.
básicamente, esa soy yo